Hace mucho no escribo por aquí y vengo y dejo una nota sobre un chico que me rompió el corazón (al menos eso creo) sin dar mayores señales de mi vida.
Realmente no hay mucho por contar, tengo una vida de adulta, tengo veintimuchos y ya tengo la vida de una persona de 40. Trabajo todo el día en diversas cosas y me va bien. Antes mencioné un trabajo que era una gran oportunidad y demás; en cierta manera sigo pensando así, pero no me fue tan bien (sorprendentemente por causas ajenas a mí) y justo cuando lo perdí apareció mi supuesta famosa estrella e hizo que consiguiera un nuevo trabajo, mucho más cerca a lo que me interesa a mí y mucho más feliz, laboralmente hablando.
Así que soy una chica con suerte, una adulta con vida de adulta mayor con suerte.
No sé qué más decir.
Aaaaah, tema comida.
Estoy terriblemente fea (es decir, gorda) y no sé qué hacer (es decir, además de comer 200 calorías al día como acostumbraba) y me voy de viaje en poco y no tengo ropa (es decir, nada me va a quedar lindo en este cuerpo actual) y necesito una solución (es decir, dejar de comer)
Por eso no escribo aquí con frecuencia, siempre saltan esos pensamientos entre paréntesis, pero son más fáciles de ignorar si no los digo en voz alta.
La historia de mi vida es que tengo una buena vida y casi ningún motivo real de queja y siempre me quejo.
