Recuento

Como era de esperarse, no escribí tanto como prometí.
He estado casi todo este mes en cama, cuidando mi pie. No he caminado, por lo que me advierten que voy a tener problemas para caminar luego, no les hago caso.
Por curioso que suene, ha sido uno de los meses más productivos que he tenido. Hasta me han pagado por escribir un par de cosas y estoy en camino a presentar otras cosas para un concurso, a ver cómo sale.
Este mes me hizo dar cuenta de varias cosas.
1. Estoy gorda.
2. Estoy enferma por ponerlo de primero en mi lista jajajaja
Buenooo...
1. Hace como 2 años o incluso más que no estaba tanto tantísimo en mi casa
2. Descubrí que lo anterior fue un guiño de la vida que decidió salvarme.
3. Porque de haber estado éstos dos años y más meses no hubiera sobrevivido, hubiera acabado desquiciada con tantas cosas que ocurren en mi casa, con mi familia.
4. Que éste tiempo me hizo apreciar a mi familia, pero también aceptar que tenemos muchos problemas no resueltos, muchos secretos y dolores. Se supone que eso estaría muy bien porque sería el primer paso para solucionarlos, pero en mi casa se vive la negación máxima...
5. Que sigo siendo esa chica insegura de la escuela, que tenía miedo a la gente, no he salido ni un día de mi casa ni nadie me ha visitado.
6. Que, a pesar de seguir siendo esa misma chica, misteriosamente me he llenado de buenos méritos académicos (hurra! lo admito, diría la psicóloga) que hacen algo agradable mi hoja de vida académica.
7. Que sabe Dios cómo mi vida en esos dos años y muchos meses se encaminó, obtuve cosas que siempre deseé, viajé, conocí, de alguna forma rara me conocieron y reconocieron, sobreviví. Encontré un pequeño lugar en el mundo.
8. De la misma forma misteriosa en la que pasaron estas cosas, egresé de la Universidad. No tan bien académicamente como soñé, pero egresé y tengo dos oportunidades a futuro interesantes.
9. Como lógica consecuencia a lo anterior, me aterré y he pensado seriamente en romperme el otro pie así me quedo en mi casa otro mes más y me escondo. O sea, me asusté.
10. Me di cuenta de que probablemente sea la última vez que pase tanto tiempo en mi casa con mi familia, por varios motivos, por ejemplo, mi mamá se quiere mudar, mi familia está peleada entre si, yo voy a viajar. 11. Me va a aterrar vivir sola, ya me di cuenta. Irónico porque desde hace varios años sólo pienso en vivir sola, lejos del caos y ahora que estoy bastante cerca a lograr eso... zaaaz! me asusta.
12. Tengo nuevas heridas que siguen sangrando y no dejan que el proceso de cicatrización termine. Parece que tengo capacidad de encontrar drama en mi vida. Tengo un nudo gregoriano (es decir, un nudo gordiano) en el corazón. Se supone que repito una y otra vez lo mismo, con diferentes escenarios, actores y demás, para aprender algo... si tan sólo usara mi gran cerebro para descubrir qué es lo que tengo que aprender y dejar ésto que me hace daño.
13. Hablando de cosas que me hacen daño, soy menos tóxica que antes. Dependiendo de cómo se mida. Me autolesiono menos, pero cuando lo hago, lo hago muy intenso. Como regularmente, pero cuando estoy sola no puedo evitar añadir un pan extra, una cucharada extra, muchas cosas extra o no como nada. Siempre termino en la cama meditando sobre mi gordura. En serio, es un tema para filosofía.
14. Escribo menos, ni siquiera sé qué es llevar un diario regularmente, el blog no lo sigo, no anoto nada. Me la paso viendo vivir a otros, otras, es como si esperara algo para empezar a vivir, pero nunca llega el algo. Estoy como atascada. Supongo que es lo normal cuando acabaste algo que tuviste siempre, la rutina de estudiar, sin trabajo, con mucho por delante, muchas expectativas que son más propias que ajenas (hurra! otra vez diría la psicóloga, creo yo) y sin realmente ganas ni fuerza.
15. Eso. No sé por qué no tengo fuerza o ganas de hacer las cosas. Ya les conté que en principio se puede decir que tengo una buena vida (sacando los dramas familiares de los que no se habla ni se piensa), también logros académicos que otras personas quisieran y... nada. El vacío sigue y se aferra a mi nudo gregoriano (así le digo) y sigue enredándose.
16. Se me ha ocurrido pensar en qué sigue después, titularme, viajar, estudiar más, trabajar, enamorarme de verdad, casarme, tener hijos/as (esperemos que sea hijA), seguir trabajando, viajando, estudiando, tener nietos/as, que se muera mi esposo, que me abandone, que me dejen todos (porque mi familia ya habrá muerto en general) ¿y?
17. ¿Será por eso que no tengo ganas de vivir?
18. ¡Eureka! si supiera la psicóloga que yo solita saco mis conclusiones y que me da flojera volver a su oficina porque me cansa oírla decir que soy muy valiosa, que no se lo dice a todo el mundo (sí, cómo no!), que tengo muchas oportunidades y que yo puedo (yes I CAN!)
19. Eso. ¡Qué terapeútico que es el blog! me di cuenta de que ya he abandonado mis etapas de pre adolescente, que las cosas me hacen menos gracia ahora que antes y que soy incapaz de escribir un cuento porque no tengo la capacidad de volver a mi yo niña y ver el mundo a través de esos ojos, porque frente a mis ojos siempre tenía un libro tratando de tapar lo que veía a mi al rededor.
20. Acabo en 20 porque en mi país es la mayor nota y debo ser brillante ¿no? jajajajajaja Cuéntenme algo que no sea tan ridículo como yo. Oh por cierto! creo que tengo un pequeño problema, tengo, creo, ataques de pánico con ruidos fuertes, siempre pienso que es un temblor/terremoto. Ya les contaré en la otra entrada.
Besos.
Soy ingrata.
Pero siempre espero que todas sigan bien, sobreviviendo y viviendo.